Me gusta estar al lado del camino, me gusta pensar que la vida es un gran cuento escrito por un gran creador. Este creador sueña para nosotros aventuras, lugares exoticos, amores únicos. Nosotros cual actores solo debemos entregarnos a ese gran cuento y fluir. A veces el creador complica la trama, nos pone en situaciones extrañas, me gusta pensar que todo tiene un sentido, un para que. El arte trabaja con claroscuros, para que exista la luz se necesita la oscuridad, para valorar la alegría se necesita la tristeza. Nos cuesta aceptar las maravillas que el creador nos regala, buscamos la felicidad pero no creemos en ella, le miramos los dientes al caballo regalado e interferimos en el cuento. Hay que aceptar el rol que el creador nos da en su cuento y ocuparlo, porque ese rol es el mejor para nosotros y amigados con el cuento saber que avanzamos hacía un final feliz. El creador ama los finales felices, si nos entregamos al creador y permitimos que cuente su cuento a través nuestro, nos llenará de maravillas, habrá cada día un final feliz. Solo nos pide a cambio que demos testimonio de su cuento, que dejemos un legado para los que vendrán y seguirán este cuento eterno. Plantar un arbol, tener un hijo, escribir un libro; Se supone que son las cosas que todo hombre debe hacer, son legados. Testimonios de nuestro paso por el cuento. Mi libro comienza así....

viernes, 18 de febrero de 2011

Culpa

Vivimos presos a una falsa impresión de la realidad. Por eso nos engañamos… por eso nos engañan y nos mienten también.

Si viéramos las cosas tal como son, reconociendo las señales que normalmente evitamos reconocer, no tendríamos que lamentarnos luego de haber caído en mentiras ni haber sido presas de gente que va por ahí con un corazón que solo sirve como órgano para que sigan viviendo.

Sabemos que es mentira... sabemos que hay algo errado… pero seguimos! Porque nos amparamos en esa falsa realidad, nos aferramos a lo que quisiéramos que sea, a lo que soñamos que podía ser. Entonces viene lo típico, idealizamos a la persona por lo que queremos ver en ella, nos creamos una imagen del príncipe azul y lo encarnamos en la persona de turno. Y cuando nos sorprende la fría realidad, se nos cae el príncipe, y ahí es donde!!! Ahí es donde recién vemos como diapositivas todas las señales que siempre estuvieron ahí! Y que nos negamos a ver. Entonces viene la culpa, el arrepentimiento. Nos golpeamos la cabeza y lloramos… repetimos una y mil veces lo mismo: PORQUE FUI TAN TONTA?? PORQUE NO LO VI CUANO ESTABA AHIII DELANTE DE MI OJOS???

La culpa es un sentimiento que pesa más que una piedra atada al cuello. Porque aunque queramos culpar al otro por habernos engañado, por habernos mentido… sabemos en el fondo que la culpa es nuestra. Nuestra por haber ignorado las señales.

Entonces nos sobre viene una especie de tristeza interna y externa, externa porque no podemos evitar que se note. Y no es por haber perdido algo que NO SIRVE, algo que no era verdad, porque cuando descubres que era solo una “mentira”… ya no quieres esa persona de vuelta, solo te azotas el espíritu y el alma por haber sido tan tonta una vez más… por haber sido objeto de un engaño una vez más… pero cuando dices : “ una vez más”.. te vas sobreponiendo, porque sabes que no fue la primera, y seguramente no será la última.

Aunque nos proponemos que nunca mas!!! Nunca mas nos pasará, pero vuelve a pasar… porque cuando nos enamoramos o nos apasionamos por alguien, otra vez cerramos los ojos y caminamos por las rieles del tren sin importarnos ser aplastados.

Claro, esto no es una ley, depende de nosotros que la próxima vez que una MENTIRA se acerque a tu vida, la sepas reconocer… y entonces…. Sal corriendo!!! Corre lo más rápido que puedas y lo más lejos a donde puedas llegar! Corre!!!

No dejes que te vuelvan a entregar 3 noches de lágrimas, 5 noches de insomnio, 7 días de desgano, 9 lunas sin querer mirarla, 10 canciones que no quieres escuchar más,… y toda la vida para arrepentirte…

Hasta que no te deshagas de la culpa y el arrepentimiento… no estarás libre…. Las mentiras encarcelan, pero la verdad libera… entonces libérate! Como lo hice yo… cuando abres tus ojos a la realidad, a la verdad… no hay más porque sufrir…

Al final… quien se siente más solo? Los que fuimos presas de la mentira y el engaño? O el que mintió y engañó?… y se quedó con la soledad recorriéndole los huesos. Porque créanme… así es como ellos quedan. Por lo menos nosotros lavamos nuestra pena con las lágrimas… y para cuando terminaste de contar, ya pasaron 20 días y si prestas atención… te darás cuenta que ya comenzaste a sonreír de nuevo y dormir en paz… es cuestión de prestar atención… nada más…

Seventeen forever

Seventeen forever