Me gusta estar al lado del camino, me gusta pensar que la vida es un gran cuento escrito por un gran creador. Este creador sueña para nosotros aventuras, lugares exoticos, amores únicos. Nosotros cual actores solo debemos entregarnos a ese gran cuento y fluir. A veces el creador complica la trama, nos pone en situaciones extrañas, me gusta pensar que todo tiene un sentido, un para que. El arte trabaja con claroscuros, para que exista la luz se necesita la oscuridad, para valorar la alegría se necesita la tristeza. Nos cuesta aceptar las maravillas que el creador nos regala, buscamos la felicidad pero no creemos en ella, le miramos los dientes al caballo regalado e interferimos en el cuento. Hay que aceptar el rol que el creador nos da en su cuento y ocuparlo, porque ese rol es el mejor para nosotros y amigados con el cuento saber que avanzamos hacía un final feliz. El creador ama los finales felices, si nos entregamos al creador y permitimos que cuente su cuento a través nuestro, nos llenará de maravillas, habrá cada día un final feliz. Solo nos pide a cambio que demos testimonio de su cuento, que dejemos un legado para los que vendrán y seguirán este cuento eterno. Plantar un arbol, tener un hijo, escribir un libro; Se supone que son las cosas que todo hombre debe hacer, son legados. Testimonios de nuestro paso por el cuento. Mi libro comienza así....

sábado, 21 de mayo de 2011

Por eso soy una dama...

Porque amo el romance, porque amo una balada, porque amo contarlo. Soy una dama.
Porque amo la vida, porque amo la saga, porque amo las letras. Soy una dama.
Porque amo la accion, porque amo el drama, porque amo la pasion. Soy una dama.
Porque lloro por nada, porque rio con ganas, porque sueño despierta. Soy una dama.
Porque siento, porque sufro, porque lucho. Soy una dama.
Porque tengo sueños, porque tengo ilusiones, porque tengo aspiranciones. Soy una dama.

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